El Masaje Relajante: Pilar del Spa

El masaje tiene la justificada fama de ser un proceso grato, porque sume en una agradable sensación de placentero sosiego a quien lo recibe, además de ser algo absolutamente terapéutico a niveles psíquicos y físicos, de ahí que desde sus orígenes en el Spa se le considere esencial

Mucho se ha escrito sobre la filosofía y objetivos del Spa, sobre si los tratamientos o el agua son más importantes que su diseño o ubicación, no obstante las diferentes posturas que existan, todo mundo coincide en que al Spa se va a relajar, en que el Spa es un sitio de relajación. Re-la-ja-ci-ón, es la constante, de tal forma que el masaje relajante es uno de los pilares en los que descansa la esencia misma del Spa, su razón de ser. Pero, ¿cuál es la diferencia de un masaje relajante a uno terapéutico, acaso no son lo mismo? ¿Cómo está ofertando usted está servicio, cómo uno más del menú o cómo el principio de toda la experiencia Spa?

Es conveniente empezar por definir qué se entiende por masaje relajante. Como su nombre lo indica es una técnica de amasamiento estrictamente para los fines de descanso y relajación. Este masaje no está diseñado ni pensado para brindar efectos terapéuticos (pero aún así los proporciona) o para tratar el dolor crónico o algún malestar en particular. Incluso, se puede interpretar como un masaje sueco pero suave, ya que emplea los mismos trazos y movimientos, con la salvedad de que el terapeuta en el afán de proporcionar al cliente un estado de relajación lo más puro posible mueve sus manos lentamente; se cree que si el cliente logra entrar en estado somnoliento o de vigilia es que se cumplió el propósito del masaje: relajarlo.

Esta atribución de que el Spa relaja a través del masaje se refleja en datos duros, por ejemplo, según la Asociación Internacional de Spa (ISPA) hasta hace unos cuatro meses, señala que 95% de los clientes que visitan un Spa se inclina por solicitar el servicio de masaje relajante o sueco “suave”, como también lo llaman. Le siguen en orden de demanda el profundo, prenatal, piedras calientes y aromaterapia, aunque en realidad éstos últimos son una variante del primero.

No hay duda que este preferencia, que ha sido desde siempre, dice mucho acerca de la necesidad de la gente por encontrar un espacio para encontrarse consigo misma y, por otro lado, que es fuente de ingresos permanente para el Spa, siempre y cuando éste le dé su importancia y el lugar que merece, respecto a otras técnicas o tratamientos, porque si se analiza fríamente, todos los masajes que conforman el universo Spa de alguna u otra manera se basan en el principio de relajar. ¡Explote esta cualidad!

Relajación que rentabiliza

Durante un masaje de relajación hay menos énfasis en el trabajo manual de adherencias graves o nudos en el tejido muscular, por lo que el terapeuta no ejerce la presión mayor ni lleva a los límites del dolor al cliente con el fin de conseguir que el músculo se libere.

A la par de que es el masaje más rentable también proporciona beneficios para la salud como calmar el sistema nervioso, generando una sensación de bienestar, mejora la circulación sanguínea y estimula el sistema linfático del cuerpo.

El Spa, para mejorar la experiencia de este popular masaje ha creado a su vez distintas variantes del mismo, todo con un propósito claramente mercadológico: ampliar la oferta con un mismo producto pero revestido de diferentes formas. Así, piedras de basalto calientes se incorporan a este masaje para mejorar la experiencia del cliente; el uso de cuatro manos, para lograr relajar y mejorar la flexibilidad del cuerpo; masajes de aromaterapia, en donde se emplea la aplicación de aceites esenciales de plantas, hojas, cortezas, raíces, semillas, resinas y flores durante el masaje; incluso ha creado una mezcla de varias técnicas que tienen como base el masaje relajante, entre otras modalidades. Para completar tal sensación de relajación, la tendencia hoy apunta a que el Spa debe disponer de un espacio de descanso posterior al masaje en dónde el uso de la aromaterapia sea el complemento perfecto para que el cuerpo termine de relajarse por completo al recibir los beneficios respiratorios con el agregado de los distintos aromas, principalmente lavanda y romero.

Piense entonces, con base a lo anterior, el porcentaje de rentabilidad que su Spa puede obtener si diseña de manera adecuada y en función del perfil de clientela que posea las bondades del masaje relajante, porque si 95% del usuario Spa lo prefiere, eso significa que 95% o 90% de sus ingresos están en él.

En qué consiste

La gran cualidad de este masaje es que cualquier persona lo puede tomar, ampliando así las posibilidades de venta en el Spa, ejemplo de ello es el masaje en pareja, en donde se busca que compartan la experiencia en conjunto, dando así la posibilidad no sólo de disfrutar momentos de bienestar, sino de que una vez inmersos en la dinámica Spa opten por algún otro tratamiento de tipo estético, como un facial o corporal. Pero también existe la posibilidad de que si las manos habilidosas de sus terapeutas, en conjunto con la imagen e instalaciones del Spa logran su propósito de relajar, este tipo de clientela recomiende a su vez a otras parejas experimentar esta técnica en su Spa.

El masaje se realiza en un gabinete, que es por excelencia un lugar tranquilo, ambientado de tal manera que el confort se respire en todo momento, gracias a la sinergia de aromas, colores y texturas. Esta ambientación, además, permite que un buen terapeuta incorpore otras terapias en el tratamiento, como la musicoterapia y la aromaterapia, las cuales son efectivas por sí mismas pero se potencian con el masaje relajante. Todo esto convierte un buen masaje relajante en una experiencia placentera para sentidos tan importantes como el tacto, el oído y el olfato, así como un descanso para el cuerpo y el alma.

Durante la sesión, el cliente se quita la mayor parte de su ropa y se acuesta en la cama o mesa de masaje, por lo general con algún tipo de sábana delgada sobre el cuerpo. El masaje consiste en la manipulación suave del tejido, no es un masaje de tejido profundo y por tanto no está diseñado para trabajar los músculos más profundos del cuerpo, sólo es un amasado suave, acompañado de ligeras frotaciones en la  piel; abarca una amplia gama de áreas en el cuerpo, incluyendo la espalda, las piernas, los brazos y el cuello. Es decir, los pases son a base de movimientos suaves con un ritmo armónico y sin ninguna brusquedad, siempre agradables, incluso cuando se trabaja sobre contracturas.

Como ya se dijo, en este masaje es posible la combinación con otras técnicas, como la de aromaterapia, para ello se usan aceites de alta calidad para aumentar la experiencia holística del masaje y permitir una mayor relajación y restauración del balance de energía en el cliente. Por supuesto, el aceite sin aroma es también una opción. El objetivo de usar el aceite, además de sus efectos sensoriales es facilitar las maniobras del terapeuta sobre la piel para no lastimarla y ejercer la presión adecuada. La duración de este masaje va de media hora a dos horas y media.

El resultado de este masaje es una relajación tal que permite que la mente se despeje y quede en un estado de mayor relax pero alerta, ya que se mejora la circulación sanguínea y, por tanto, la oxigenación del cerebro. Sin duda, se trata de beneficios derivados del contacto humano.

Asimismo, podría pensarse que, al ser suave y nada agresivo, el masaje relajante no tiene contraindicaciones. Pero en algunos casos está prohibido para los siguientes:

  • En caso de hipotensión, ya que tiene efectos depresores de la tensión arterial.
  • Personas que padezcan linfoma o cáncer linfático, ya que puede favorecer la extensión de las células cancerígenas por los canales linfáticos.
  • Problemas en la piel que puedan ser contagiosos como hongos, lupus, etcétera. En este caso se puede recibir el masaje con guantes de látex, previo aviso al terapeuta.
  • Cuando hay hematomas, inflamación o heridas que no estén bien cicatrizadas.

El masaje relajante que ofrece el Spa consigue que el cliente se aísle del exterior, olvidando el estrés y centrándose en su propio cuerpo. Al relajar el cuerpo la mente también se relaja y, el malestar físico o psíquico desaparece; además, la sensación de bienestar se refleja en el exterior con un aspecto más luminoso y rejuvenecido.

De usted depende brindar a su clientela este satisfactor tan importante, por no decir, el básico. Sólo requiere un buen plan de mercadotecnia para promoverlo sobre aquellos tratamientos que a la luz de las tendencias actuales de belleza lo han encandilado, hágale saber a su cliente que sin relajación no hay belleza, por más técnicas estéticas que busque, el masaje relajante siempre contribuirá a que se vea realmente mejor y significará una fuente permanente de ingresos para su negocio.