Hotel Saludable = Spa

Además de las industrias de Spa y Wellness, los hoteles también están apuntando a oportunidades de negocio derivadas de la creciente sensibilización sobre estilos de vida saludables que tiene el viajero, pues éste al ser más exigente busca cada vez lugares donde expandirse buscando la excelencia en los productos y servicios relacionados con bienestar”

La gente quiere viajar y al mismo tiempo cuidar su salud, por lo que ya no es suficiente encontrar un lugar que sirva para desconectarse y descansar. Por lo tanto, el gimnasio, el Spa o la pileta, por sí solos no bastan, ya que el turista se ha vuelto más exigente, es por ello que la mayoría de las cadenas internacionales de hoteles y los llamados hoteles boutique están agregando nuevos servicios que se adaptan a esas expectativas basadas en tener una vida saludable durante todo el año, entre los cambios que han aplicado está el incluir rutas para correr, programas completos de ejercicios en el gimnasio, de inducción al sueño, menús personalizados y vegetarianos, libres de calorías y sin gluten. Es decir, los hoteles han “reconstruido su ingeniería” en torno al bienestar y no sólo al ejercicio o a la comida, esto es lo que anunció Spa Finder Wellness como una de las tendencias más fuertes de la industria Spa para este año. Y en efecto, ¡no se equivocó!

En una coyuntura en la que conceptos como el ocio, las vacaciones y la hospitalidad se están redefiniendo, la industria de la hospitalidad se está renovando como un lugar en el cual la gente puede disfrutar de nuevas experiencias de bienestar, y es que, al ser este un sector relativamente joven, y a pesar de la situación económica actual, sigue creciendo, ya que si analizamos quién es el turista, descubriremos sobre todo que es aquel que está consciente del cuidado de su salud y que está comprometido con el cuidado al medio ambiente y gusta de procurarse un poco de bienestar a través del Spa, el resultado es que hay un cliente muy consciente de la importancia del bienestar general, no sólo en hacer dieta y ejercicio, que repercute directamente en su cuerpo, sino también en la salud de su mente. De ahí que los últimos reportes, según Spa Finder Wellness, apunten que entre 68 y 70% de los viajes que realiza el turista sea a hoteles Spa o destinos Spa. Relajarse y desconectarse de los problemas del día a día es un regalo para el cuerpo y la mente, y cada vez más los clientes buscan alojamientos, centros deportivos y en general, lugares de destino Spa para pasar las vacaciones, siendo éste un factor clave en la decisión de viajar.

Por otro lado, se percibe que la industria hotelera a nivel de inversión está no sólo apostando por los grandes proyectos, sino también en reformar o ampliar zonas ya habilitadas, o ubicar pequeños centros Spa en espacios más pequeños, ofreciendo servicios de tratamientos corporales complementados con una pequeña zona de aguas, saunas y baños de vapor, fundamentalmente.

Esta tendencia está fuertemente apuntalada en los porcentajes que el negocio Spa viene representando en los últimos dos años, de hasta dos dígitos, principalmente en Estados Unidos, México, Brasil y algunos destinos europeos, en donde de acuerdo con el número de habitaciones del hotel, los metros cuadrados del Spa y el número de gabinetes con que cuenta se observó un aumento de ingresos similares a los Spas ubicados en Destinos Spa (8,2%) y hoteles Spa de ciudad (8,4%).

Por ejemplo, se sabe que mientras que el total de ingresos del Spa aumentó 8.3% (medido en una base dólar por habitación ocupada), el aumento de los ingresos fue de sólo 3,3%, lo que significa que los gerentes del Spa se beneficiaron más al captar a los clientes del hotel que si lo hubieran hecho con clientes externos.

Consideraciones del hotel para ser saludable

Según Joaquim Pla, arquitecto en Spas para hotelería, hay seis factores básicos que determinan un proyecto Spa en el hotel:

  1. Espacio disponible. Básicamente son los metros cuadrados disponibles.
  2. Tipo de establecimiento. La proyección de un Spa suele ser diferente entre un hotel de tres estrellas y uno de cinco estrellas o de gran lujo. De la misma manera, entre un Spa urbano, balneario, centro de talasoterapia o centro deportivo, también existen diferencias en el momento de plantear el proyecto.
  3. Tipo de cliente. Cada Spa se enfoca a un tipo de público diferente. En un hotel, los usuarios suelen ser los mismos huéspedes que, entre sus preferencias vacacionales, buscan el relajarse en el Spa.
  4. Inversión prevista. No influye sólo el tipo de equipamiento, sino también en los acabados y accesorios.
  5. Ambientación. En este tipo de Spas se persigue el bienestar físico y psíquico del cliente, por lo tanto es muy importante que se encuentre en un entorno agradable y en un ambiente relajado. Los materiales y acabados son decisivos para crear un clima especial.
  6. Circuito lógico. Es indispensable plantear muy bien este tipo de circuitos para que el cliente encuentre una forma de interaccionar con todos los elementos de una forma coherente y pueda realizar un tratamiento completo de salud a través del Spa.

Asimismo, el hotel debe saber que los servicios más solicitados suelen ser los masajes de relajación o antiestrés (las ventas de masajes según cifras del año pasado a nivel mundial en hoteles con Spa fue de 57% del total de ingresos del Spa y crecieron 9,2% durante el último año), así como los circuitos de hidroterapia y cualquier tratamiento que tenga que ver con agua. Otras terapias como desintoxicación del tabaco, control de peso, anti jet-lag y pre y post parto, son también demandadas actualmente.

La tendencia a lo saludable apunta hacia completas zonas VIP, espacios que pueden disponer de diferentes equipamientos formando un completo Spa para una pareja o un grupo reducido de personas. En ellas se puede encontrar desde una bañera de tratamientos para dos personas hasta una sauna y un mud bath o un baño de vapor, e incluso pequeñas piscinas dinámicas donde los clientes pueden disfrutar de los beneficios del Spa en total privacidad.

Por otra parte, los Bungalows Spa también empiezan a tomar fuerza ya que son ideales para aquellos establecimientos que no disponen de espacio interior pero sí exterior. Estos bungalows, diseñados y fabricados para resistir a las inclemencias del tiempo y ubicados en zonas ajardinadas o en espacios al aire libre, disponen de una zona Spa completa, compuesta por un jacuzzi de acero inoxidable, sauna, baño de vapor y duchas.

El equipo Spa a contar está en función de las necesidades del hotel, y va desde saunas, baños de vapor, piletas de inmersión, camino de sensaciones, zona reservada a tratamientos de hidroterapia, además de cabinas para realizar tratamientos específicos de estética y belleza hasta equipos de estética y gimnasio, entre otros.

Cuando la marca Spa vende

De acuerdo con expertos en la industria Spa y hotelera, una marca de Spa que es notable y relevante puede funcionar bien para el mercado de la hotelería, el cual al contar con una clientela regular puede diseñar estrategias de operación acordes a su forma de operar y de forma paralela ampliar la rentabilidad para la propiedad.

La marca del Spa sin duda despierta el interés del cliente y establece expectativas respecto a si se trata de una que no esté relacionada con el negocio del bienestar, ya que hoy en día el turista cuenta con un expertise que le permite determinar sin equívocos si se trata de un Spa que está sólo por estar o si se trata de un Spa cuya marca respalda la experiencia global del bienestar; el Spa por sí mismo no es el todo de dicha experiencia a ello hay que agregarle todas las comodidades, experiencias de la cocina y restaurantes, campo de golf, concierge, pistas de tenis, gimnasios y la experiencia de servicio en general del hotel, pero la marca siempre hará la diferencia.

Ser un hotel saludable implica que el Spa o ese circulito de salud se desarrollen con base a un valor, una misión,  una promesa y una forma de operar determinadas, para que realmente sea exitoso. El hotel debe pensar en un concepto de Spa o de marca que esté alineado con la propiedad. Por todas las razones mencionadas anteriormente, la marca del Spa es la primera impresión del concepto Spa y por lo tanto, de la propiedad también.

El Spa debe ser una figura convincente de que es divertido, agradable, interesante, enriquecedor y valioso. Si este es el caso, entonces la imagen y la promoción del  Spa estarán en función de emociones y no sólo de ofertas de precios. El hotel debe usar el lenguaje común para promover los Spas: la calma, la serenidad, el servicio personalizado y no debe olvidar el porqué la gente prefiere el Spa a cualquier otra alternativa que le ofrezca: las personas nunca olvidan cómo los hace sentir estar en un Spa.

Los viajeros de hoy son clientes Spa. Son consumidores globales con una amplia gama de valores, son generacionales: los boomers, Generación X, Generación Y,  todos con diferentes aspiraciones y necesidades. La marca del Spa en el hotel les tiene que hablar en un nivel emocional y de confianza, no de moda o majestuosidad.

La primera impresión del Spa que se lleve el cliente será la última impresión de su estadía. Si el interés y la lealtad del Spa goer potencial se pierde de principio será muy difícil para el hotel recuperarlo; el cliente busca bienestar y sentirse bien, si el hotel logra crear esas sensaciones en el viajero éste sin duda tendrá una buena razón para quedarse, prolongar su estancia, traer cónyuge y familia y volver.

Como ya se explicó en este artículo, los hoteles se han subido a la ola del wellness, pese a los avatares económicos y a las tendencias propias de la industria hotelera, en particular, y han centrado su objetivo de “saludable” en el Spa como el epicentro del cuidado del cliente, ya que está aprovechando el interés de éste por buscar lugares en donde mejorar su estilo de vida en aras de mantener su salud en los niveles óptimos, sin que ello afecte sus vacaciones o estadías de negocios. El hotel pues, como negocio, está actuando en sinergia con estrategias de marketing adecuadas a este segmento de mercado y con una comunicación clara en donde se ofrece como ese apoyo adicional en la búsqueda de un enfoque de estilo de vida basado en el bienestar. El resultado: hotel saludable = spa o “hacer bien haciendo el bien”.