El Spa, Espacio para Vivir Momentos Gratos

“No vale brindar servicios Spa que no satisfagan de forma permanente las necesidades de relajación del cliente, ya que el objetivo de éste es ser un camino más hacia el bienestar, traducido en instantes breves pero duraderos de satisfacción, por eso los propietarios del Spa deben poner más atención a lo que transmite el negocio que a sus ganas de incrementar las ventas, pues éstas vendrían solas si se cumple dicho objetivo”

Cuando un cliente sufre de dolor agudo en el cuello, el hombro o la cadera, por lo general quiere recibir un tratamiento con una técnica eficaz para que el dolor desaparezca al instante. Independientemente de que requiera tratamiento especializado ya sea en un programa de rehabilitación extensa, un régimen de estiramiento de los músculos, o cualquier otro programa relacionado con la salud para asegurar que dicho dolor desaparecerá por completo. Si bien su Spa le ha proporcionado este servicio, debe recalcarle que el Spa es un lugar en donde la gratificación es permanente y no momentánea, que es un lugar prevención, mejora de la salud y/o la recuperación de cualquier enfermedad o lesión anterior, pero no el sitio en dónde le van a quitar con un masaje ese dolor de forma permanente.

Esto viene a colación porque hoy en día es fácil querer atraer al mayor número posible de clientela vendiendo la idea de que con un masaje se devuelve la salud. ¡Cuidado! No es así de simple. Antes que otra cosa, se debe reiterar, el Spa es un lugar donde la gente se siente bien, feliz, alegre y sobre todo relajada y libre de estrés. Eso es lo que debe vender. Pero también porque es alarmante la manera en que en todas partes, en todo el país, se observa la construcción e instalación, con formas poco estudiadas y elaboradas, de Spas y centros de salud, edificados en aras de que hay que aprovechar el auge de la industria Spa y del bienestar, sin considerar de forma seria y profunda los por qué de un Spa y el compromiso que se debe asumir con sus prestaciones.

El Spa no es imagen o pose, aunque muchos se han empeñado en venderlo así; es un lugar para la sanación y recuperación. El Spa cuando es visualizado como un producto de negocio y valorado como un servicio de bienestar seguramente será una empresa exitosa, pero no debe ser visto como un objeto de prestigio para mejorar la cartera de una inmobiliaria o para demostrar cuánto se tiene y no se sabe cómo ni en qué invertirlo, se debe tener cuidado en no confundir los términos de momentos gratos con momentos monetarios.

Esta “spamanía” habla de una conciencia hueca y falta de visión sobre la esencia del Spa: relajar, regalar momentos gratos al cliente, estar en armonía… equilibrio, pureza. Tal conciencia se refleja en proyectos, ideas y planes creados de manera apresurada, por lo general existe la urgencia de lograr que se haga más y más rápido, ya que cada accionista quiere tener un retorno de la inversión inmediato. Por desgracia, este tipo de comportamiento no sólo crea estrés innecesario, sino también la mentalidad de cubrir fallas de planificación y ejecución apropiada, de diseño de interiores y en sí de la gestión profesional del proyecto. No debe sorprender que en dichos casos (lamentablemente son bastantes) el producto final no funcione o no tenga el éxito pronosticado.

De cómo se construye un momento grato

El mercado Spa está saturado de productos y hasta hace poco nadie sabía de dónde procedían o cómo se manufacturaban, incluso hoy, los Spas que forman parte de cadenas hoteleras cuando son operados por gerentes del ramo hotelero corren el riesgo de que éste, al no conocer el concepto Spa, no tenga mucha idea de la cantidad de horas de planificación detallada y el trabajo duro, la paciencia, la formación y la educación que se debe invertir con el fin de convertirlo en un negocio de éxito, y en un lugar para que la gente vuelva, no tanto por las instalaciones sino por la experiencia brindada en él.

Pero hablando en términos más generales, esto aplica para cualquier directivo Spa que no conozca el producto ni esté familiarizado con su operación, ya que lo único que le interesará promover serán instantes de 50 minutos y no instantes permanentes, pues con la excusa de vivir en una sociedad cambiante, estresante y demandante, enfocará sus estrategias de mercadotecnia a vender un tratamiento como un producto más en los estantes del supermercado, en donde el cliente lo consumirá y ya.  El resultado es que tal vez funcione una, dos o tres veces, pero después no habrá nada, porque el cliente, especialmente el que sabe, distinguirá sin problema que no tiene nada que ganar en ese Spa en cuanto a bienestar y relajación.

En el Spa y Centro de Bienestar o Salud, no importa como le llamen, los atributos positivos y permanentes son los que deben prevalecer, no los instantáneos o fugaces, pero para que ello sea posible, sus propietarios y operadores deben ser lo suficientemente detallistas y cuidadosos, conocedores y exigentes, pero sobre todo, haber vivido experiencias Spa que le hagan recordar lo importante que es que en su negocio el cliente salga satisfecho no por que le hayan quitado un dolor que tarde o temprano volverá sino se atiende adecuadamente, sino por las sensaciones que descubrió o recordó.

Es verdad que el Spa es un negocio y que la palabra “competitividad” aflora a cada instante, pero ello no significa que el propietario o gerente Spa se quede atrapado en esa encrucijada de ser mejor a cualquier costo, no es así, es ser mejor,  competitivo y el número uno ofreciendo siempre gratificación permanente, que es igual a ganancias, a clientes seguros, leales e incluso a nuevos usuarios al Spa.

Pero para que esto sea posible,  tiene que estar dispuesto a trabajar con pasión sin importar cuánto tiempo tomará alcanzar el éxito ni cuántos obstáculos tiene que vencer para llegar allí. No se trata del momento grato sino del camino para llegar a él lo que en realidad da sentido al proceso de aprendizaje de quienes trabajan en la industria Spa.

Recuerde, un Spa que se jacta de brindar momentos gratos y perdurables es un Spa en cuyas instalaciones se respira tranquilidad y armonía, en donde el cliente experimenta a primera vista gratificación. Asimismo, brinda programas y sesiones de tratamientos acordes a las necesidades de sus clientes para lograr satisfacerlas y que vivan en su totalidad la experiencia del bienestar.