¿Sabía Usted que el Éxito de su Spa está en sus Propias Manos?

“El Spa más exitoso no es aquel que posee lo mejor en cuanto a instalaciones, aparatología o productos, sino el que brinda el mejor servicio y tiene un objetivo claro”

Hoy, cada día la competencia es más fuerte y ya no puede ni debe darse el lujo de ser un Spa del montón: o es un Spa que rebasa las expectativas del cliente o no hay cabida en el mercado. Es por eso, que usted debe buscar alternativas paralelas a lo ya conocido para estar mejor preparado y capacitado, para poder brindar un servicio realmente profesional.

Si aún lo duda, voltee a ver cuántos conceptos de bienestar y salud englobados en el término Spa nacieron teniendo todo para triunfar y no lo lograron, debido a una serie de circunstancias, pero sobre todo a que sus propietarios, eran mitad sibaritas y mitad empresarios, lo que se tradujo en una serie de deficiencias que obstaculizaron el desarrollo del negocio.

Es decir, carecían de un perfil, por no hablar de una idea u objetivo; de ahí que se busque el enfoque acorde a lo que se precisa de usted: un empresario exitoso que logre buenas ventas, buenos servicios, con excelentes terapeutas y cosmiatras, y que tenga actitud para con todos los que lo rodean, ya que una sonrisa y una palabra amable, en tiempo y forma, son esenciales para ganar y serán interpretadas por sus recursos humanos y su clientela como prueba inequívoca de que se está junto a un verdadero líder que sabe a dónde va.

La actitud: el activo principal

La experiencia Spa, esa de la que todos los negocios presumen dar, pero no todos  cumplen, debe dejar huella en el cliente, así haya pagado 300 o 50 pesos. Nunca estorbará la actitud amable y los sentimientos que el cliente se lleve tendrán que ver más con una atmósfera, un estar, un clima… que con un producto o tratamiento en particular.

Tal vez piense que hay un error, que el cliente lo que se lleva es el tratamiento o el masaje, pero no es así, pagó por un servicio, pero en realidad compró intangibles; esto es, el trato que tuvo el terapeuta para con él mientras recibía el masaje, el aroma y la música  que inundaba el gabinete, el tacto en su cuerpo, la calidez de la toalla o manta, se llevó sensaciones y emociones que entraron en juego sin que las analizara, pero sí percibió e indudablemente influirán para que vuelva o no.

Visto desde este punto, se dará cuenta que el Spa más exitoso no es aquel que posee lo mejor de lo mejor en cuanto a instalaciones, aparatología, productos, boutique, sino el que brinda el mejor servicio y, en este sentido, el que se capacite profesionalmente lo ayudará a ofrecerlo y crecer, ya que lamentablemente, muchas veces no se tiene idea de cómo hacer un balance, sacar costos (los números dan la pauta de lo que se está haciendo y hacia dónde ir) y mucho menos dirigir. ¿Qué pasaría si el día de mañana su competencia mejora su calidad e instalaciones y servicio, respecto al suyo?

Apasionarse por lo que se hace

¿Cómo lograr que su equipo se apasione por lo que hace si usted no lo hace? ¿Cómo espera que lo entiendan si usted no los entiende? En este tipo de negocios, es incipiente aún la cultura por parte del propietario por conocer y cuidar a su gente, hay cierta insensibilidad y la comunicación siempre fluye de arriba hacia abajo.

No obstante, si su idea es no ser un Spa más, debe esforzarse por contar con empleados que sean los mejores y que al mismo tiempo coincidan con las necesidades, visión y filosofía del negocio. ¿Cómo lograrlos? Con la actitud que como empresario tenga…, enseñando y comprendiendo que la capacitación personal y de los  recursos humanos no es un gasto, sino una inversión, en donde el estar mejor preparado será su activo principal para alcanzar el éxito y sobresalir de los demás.

¡Piénselo! Sobre todo ahora que la visión del cliente ha cambiado, ya que al disponer de nuevas herramientas de información respecto a los productos y servicios que le interesan, no basta con venderle una idea bonita, hay que sorprenderlo una y otra vez con ¡actitud, servicio y conocimiento!

E. O. C.