Cuando la Ubicación Marca el Éxito

“La ubicación del lugar es un factor determinante de la rentabilidad del SPA, por ello se aconseja trabajar sobre este punto antes de construirlo”

Hay Spas que de forma irremediable atraen, a veces se cree que es por el tipo de servicio que dan, otras porque son bonitos o porque armonizan perfecto con la naturaleza, o bien porque se ponen de moda entre los gurús de este mágico mundo, y puede ser, pero el verdadero imán que invita a estar en un determinado SPA, y no en otro, es el lugar que ocupa, así como su ubicación. ¿Cómo que la ubicación?

Pues sí, imagínese usted que su Spa está diseñado arquitectónicamente de acuerdo a las tendencias de su mercado - no importa el estilo que elija -,  pero que no es atractivo para el mercado nacional e internacional porque está en un lugar en donde la vías de comunicación no son accesibles, o porque las características geográficas del destino no son las idóneas para vivir la experiencia Spa, por ejemplo.

Aunque el negocio del SPA conforma en la actualidad uno de los géneros de más futuro dentro de la industria de la hospitalidad y hotelera por las ventajas que representa (crecimiento constante, perfil de clientes bien definido y alta rentabilidad) ofrece, tanto para el cliente como para el empresario, la posibilidad de incursionar en un mundo diferente con un sinfín de beneficios que van desde el orden de salud y equilibrio, hasta el diseño de estrategias novedosas en mercadotecnia para la óptima operación del lugar, que nada tienen que ver con las formas tradicionales de la hotelería.

¿Ubicación, ubicación….?

Por ser un concepto operativo un tanto novedoso aun, el Spa exige a quien desee incursionar en este nuevo mercado contar con estudios de viabilidad y análisis del mercado, así como programas y presupuestos de preapertura y desarrollo ejecutivo; es decir, se debe trabajar a fondo el proyecto haciendo énfasis en la viabilidad y análisis del mercado porque es ahí donde entra el factor ubicación/lugar. Veamos en qué  consiste.

El proceso de comercialización de un Spa se define, entre otras cosas, por el análisis de la plaza, que no es otra cosa que la información exhaustiva acerca del lugar donde se desea poner el Spa, el cual considera el análisis de la demanda del destino, el análisis del propio Spa, el de sus competidores, la investigación de prospectos y el análisis de las tendencias. El lugar a elegir es uno de los pilares que condicionan quiénes lo van a visitar, cuánto pueden gastar, cómo serán las instalaciones y el equipo técnico y humano que hará posible el servicio. 

La ubicación geográfica del Spa es la que determina el tipo de ambiente que el cliente percibirá desde el punto de vista psicológico. Por ejemplo, un Spa que se encuentre en un lugar de montaña o de ciudad no va a tener el mismo efecto en quien lo visite que uno que esté a la orilla del mar, incluso, aun cuando se localicen en el mismo tipo de zona pero en distinta entidad ya son distintos por el ambiente generado, por las condiciones geológicas y climáticas (no es lo mismo ir a un Spa localizado en el Mediterráneo que a uno del Caribe, debido a que en el primero la experiencia será más de tonificación que de relajación, por el simple hecho de la composición salina del mar).

Influye también cuál es la corriente y especificidad del aire ambiental, ya que determinará hasta qué punto el Spa puede ser holístico, médico, de ciudad, etcétera. En este caso, los SPAS holísticos que manejan en su totalidad la doctrina del fenshui están fuertemente influenciados por el elemento mencionado, de ahí que la construcción y desarrollo de actividades estén en función de éste. Cabe señalar que con relación a la ubicación geográfica del Spa hay escritos científicos sobre las virtudes que el ambiente puede provocar para que en ese lugar se cumpla el objetivo de su razón de ser: brindar armonía y espiritualidad.

Asegurando la rentabilidad

Cuando se concibe crear un Spa - ya sea parte de un complejo hotelero o independiente -, el lugar en que se pretenda construir no sólo debe ser ad hoc al espacio o entorno geográfico como ya se mencionó, sino que también debe responder al tipo de cliente que frecuenta dicho lugar y a la inversión que en política de desarrollo están realizando los gobiernos locales y federales, es decir, se debe valorar la importancia financiera que tendrá y su impacto en la localidad en cuanto a generación de empleo y captación de un mayor número de turistas.

En términos de mercadotecnia todo es ubicación, pues no basta con poner un SPA con instalaciones bonitas, modernas y sofisticadas sino es visto como un negocio, por eso es fundamental que se tenga presente, desde el momento de planear cada una de sus áreas operativas, el tipo de servicios que se van a ofrecer, pues de esta forma se podrán hacer eficientes cada uno de sus procesos y distribuir mejor el equipo y el personal, amén de cuidar detalles como son la iluminación, la ventilación, los espacios y el tipo de superficies, entre otras cosas, las cuales en su conjunto permitirán contar al final con un producto que ayudará al cliente en su necesidad de mejorar su calidad de vida.

Es por ello que debe quedar claro que los Spas no sólo son grandes o pequeños, mejores o regulares, modernos o antiguos, sofisticados o sencillos, son más bien espacios que han evolucionado en forma paralela a las demandas de cada uno de los clientes que, preocupados por mejorar su calidad de vida o belleza física, acuden a él, pero siempre condicionados por el tipo de ubicación o lugar en donde se encuentren, porque ello es lo que influye para que incrementen su tiempo de estancia y su retorno.

Aunque todo lo anterior es importante para el éxito del Spa, las características intangibles como la calidad del servicio, la cordialidad del personal, así como la imagen global y popularidad del lugar en que se encuentra son lo que en realidad es de mayor peso para tal éxito.