Sorteando la Crisis de la Mejor Manera en su Spa
“Optimizar costos, buscar la diferenciación de la competencia y llevar un control estricto sobre la gestión de nuestro negocio, son sin duda, algunas de las acciones que bien llevadas a la práctica permitirán continuar con la operación del Spa de forma estable, rentable y exitosa”
Iniciamos el año con una devaluación, que era una crónica anunciada desde hace varios meses, por lo que resulta que en lugar de que mejoren las cosas, parece que el panorama se torna gris y escabroso, ya que por un lado nada es lo que parece en cuanto al costo real de los insumos con que se trabaja y los que se usan habitualmente en casa; es decir, el dinero cada vez alcanza menos. Es fuerte pero es una realidad.
Así que como buenos empresarios lo mejor que podemos hacer es ocuparnos en vez de preocuparnos y tomar acciones para evitar que esta crisis que no acaba, nos afecte más y más.
Primero que nada, debemos dejar que la crisis se quede donde está y no permitir que la palabra “crisis” invada otros ámbitos de nuestra vida, esto es, nunca permitir que se convierta en “crisis personal”, “crisis profesional” o “crisis familiar”.
El siguiente paso es cambiar completamente de actitud ante esta nueva situación para poder manejarla mejor, con la seriedad y frialdad que amerita, ya que sólo de esta manera nos aseguraremos de que cualquier decisión que tómenos en función de nuestro negocio, será producto de una apuesta comercial con miras a ser exitosa y no del miedo y el nerviosismo.
Tal cambio de pensamiento o paradigma implica, entre otras cosas:
- Es real que existe una crisis económica, pero no sabemos cuánto va a durar, así que lo mejor que podemos hacer es reaccionar. “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.
- Aunque estemos conscientes de la situación y bien informados, es importante ser positivos. “Al mal tiempo, buena cara”.
- No olvidar que cuando hay crisis, es normal sentir temor y dudas, pero en lugar de dejarnos llevar por el miedo, es momento de invertir en un marketing inteligente. En lugar de guardar el dinero, es momento de ponerlo a trabajar.
- Trabajar mucho, tratar de ser felices el mayor tiempo posible y ver lo bueno en cada cosa y en cada momento. “Ocupado, mejor que preocupado”.
Este enfoque ante la crisis, sumado a la tendencia de que la venta de productos que producen bienestar y sensación de seguridad como los cosméticos y más recientemente el uso del Spa por el sentido de bienestar que alberga, aumenta o se mantiene durante épocas económicas difíciles. En el caso de los cosméticos, esto ha sido una tendencia clara desde la 2a. Guerra Mundial. Es decir, hay lugar para su Spa en el sector del cuidado y belleza femenina y masculina.
Asimismo para sacar provecho a cada situación, buena o mala, y que todo sume para que nuestro Spa o gabinete sea un negocio exitoso, lo mejor será que consideremos los siguientes aspectos:
- Optimizar costos. No gastemos en cosas que no produzcan algún beneficio en ventas al Spa. Debemos negociar con cada uno de los proveedores de manera que lleguemos a mejores precios y condiciones de pago. A nadie le conviene que se detenga la maquinaria económica.
- Buscar la diferenciación con la competencia. Es el momento de resaltar aquello que hace mejor a nuestro Spa (y diferente) que los demás. Si ya sabemos qué es, comuniquémoslo con más ganas; invirtamos en tarjetas, volantes, posters y todo aquello que sea necesario para que nuestros clientes sepan que ahí estamos. Si no sabemos cómo hacerlo, busquemos ayuda y reflexionemos sobre aquellas fortalezas y sobre aquello que sabemos hacer mejor.
- Recordar siempre ser original y creativo. Tratemos de llevar a cabo ideas originales y creativas que llamen la atención de nuestros clientes, de esta manera podremos diferenciarnos de la competencia y tendremos puntos a nuestro favor.
- Controlar la administración. Es el momento de que asumamos esos detalles que no nos gustan, como hacer las cuentas claras y ordenadas. Todos, en algún momento, debemos hacer cosas que, aunque no nos gusten, son importantes. Debemos saber muy bien cuánto está generando de ganancias nuestro Spa y cuánto estamos gastando y en qué.
Es cierto que las crisis económicas como la que vivimos reducen la capacidad de consumo de las personas (al tener menos ingresos, no tener empleo, o tener inseguridad laboral), aumenta los costos de la vida (por devaluación de la moneda o inflación), y por consecuencia aumentan nuestras probabilidades de fracasar, pero finalmente, recordemos que no hay peor crisis que la ausencia de sueños y propósitos, así que no dejemos que dicha palabra y realidad contaminen nuestro ambiente y confiemos en nuestras capacidades, talento y conocimiento.
E. O. C.