Hacer masajes como forma de vencer prejuicios
En Buenas Manos ofrece ese servicio para mitigar el estrés en las empresas; los especialistas en shiatsu son personas ciegas.
En Buenas Manos es una organización social cuya misión es generar un cambio de mirada respecto del empleo de personas con discapacidad.
Masajes descontracturantes en la oficina para reducir el estrés laboral. Ése fue el beneficio que disfrutó Hernán Español mientras trabajó un tiempo en Australia, en un laboratorio internacional que realizaba esa actividad para mejorar el clima laboral y contribuir a la salud de sus empleados. Pero estos masajes tenían una característica particular: eran dados por personas ciegas. Hernán quedó fascinado con la idea y se propuso traerla a la Argentina como una forma de lograr la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral.
Cuando en 2008 llegó al país compartió su propuesta con algunos conocidos y especialistas que le aseguraron que, si bien la iniciativa era interesante, dudaban de que a las empresas les resultara atractiva y tampoco creían que las personas ciegas se fueran a sentir cómodas con ese trabajo. Por suerte, estaban equivocados. Hernán no se dejó abatir fácilmente y dos años más tarde hizo frente al desafío. Hoy son más de 20 empresas las que contratan este servicio, y numerosos los masajistas no videntes que se alegran de ponerlo en práctica.
Es así como nació En Buenas Manos, una organización social cuya misión es generar un cambio de mirada respecto del empleo de personas con discapacidad. Actualmente ofrece masajes shiatsu a empresas. En dos semanas se sumará delivery de frutas y ensaladas seleccionadas, preparadas y distribuidas por un equipo de personas sordas.
"Hay un estudio de la Fundación Par que muestra que las principales barreras para la inserción laboral de personas con discapacidad son nuestros prejuicios y la falta de información sobre sus capacidades y competencias para agregar valor en las empresas", explica Hernán. Y añade: "Queremos demostrar todo el potencial que ellos tienen. Es clave: si no sabés en qué te va a sumar una persona con discapacidad, no la vas a contratar. A través de En Buenas Manos armamos proyectos para mostrar algunos de los atributos que tienen los chicos".
Los empleados de las empresas que visitan siempre los esperan ansiosos y con una sonrisa para experimentar los múltiples beneficios de esta práctica, como por ejemplo: reducir el cansancio y la fatiga, aumentar la productividad, incrementar la vitalidad y la energía y mejorar la concentración.
Leandro Tabaj es uno de los 27 masajistas que participa de la iniciativa. De chico, un tumor le dañó el nervio óptico y su visión disminuyó notablemente. El talento por los masajes viene de familia: "Mi madre también se dedica a este oficio. Aquí me capacité en la técnica del shiatsu, que incluye movimientos suaves, presiones, amasamientos y golpeteos para generar un alivio de tensiones, dolores y otros síntomas producidos por el estrés", dice.
El masaje cubre las áreas del cuello, la espalda, los hombros, los brazos, manos y cabeza, y dura 15 minutos. El empleado permanece vestido y el espacio requerido puede ser una oficina o sala de reuniones que es equipada por En Buenas Manos con sillas ergonómicas, más música de relajación y aromaterapia.
"Notamos que los empleados están esperando el masaje con ganas. Lo sienten como un momento para ellos mismos, los ayuda a desconectarse de la presión del trabajo y lo ven como algo positivo. A mí me gusta dar masajes principalmente por el bienestar que produce en la otra persona -confiesa Leandro-. Pero una de las mejores cosas que hacemos es romper prejuicios".
"El prejuicio está basado en el desconocimiento, que te lleva al miedo, a tomar distancia. Antes de la discapacidad hay una persona. Cuando encontrás a esa persona delante, el prejuicio se desarma. Nuestra misión es generar un cambio de mirada y el empleo es un medio."
Por Teresa Zolezzi - Fundación LA NACION
En buenas manos
Empresa social de personas con discapacidad visual que brinda servicios de masaje relajante en empresas contribuyendo con el desarrollo de un ámbito laboral saludable, y sin prejuicios hacia la discapacidad
En Buenas Manos es un emprendimiento sin fines de lucro, cuya misión es contribuir en la inserción de las personas con discapacidad visual al mercado laboral, mejorando de esta forma su calidad de vida, independencia e integración social
Nuestros objetivos:
1- Dar empleo a 50 personas no videntes como masajista
2- Capacitar a 150 personas no videntes en masoterapia
3- Colaborar con la ruptura de prejuicios que llevan a la discriminación en el empleo de personas con discapacidad visual; dando el ejemplo vivencial del trabajo realizado en forma eficiente e independiente a aproximadamente 5.000 personas en su ámbito laboral, para que a su vez lo difundan fuera de su organización.
El trabajo diario realizado por los masajistas de En Buenas Manos contribuye a concientizar a la sociedad en general: • Eliminar barreras sociales • Facilitar la integración • Favorecer una mirada de valor agregado hacia las personas con discapacidad
“No somos solo masajistas, sino mensajeros de la igualdad” Mirna Gamarra, masajista.
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